La CORRUPCIÓN POLÍTICA, está referida principalmente a la serie de ACTOS DESHONESTOS o DELICTIVOS, que son cometidos por FUNCIONARIOS y AUTORIDADES PÚBLICAS, las que abusan de su poder e influyen a realizar un mal uso intencional de los recursos financieros y humanos a los que tienen acceso, anticipando sus intereses personales o los de sus más cercanos.
Ahora lo opuesto a la CORRUPCIÓN POLÍTICA es la TRANSPARENCIA POLÍTICA, referida a la cualidad de la actividad pública que consiste en la APERTURA Y DIVULGACIÓN DE INFORMACIÓN ACERCA DE SU GESTIÓN, es decir el dar cuenta a la ciudadanía de todos sus actos, especialmente del ORIGEN Y EL DESTINO DE LOS RECURSOS PÚBLICOS, y así prevenir, detectar y sancionar los actos vedados y fuera de la ley.
Decirles que las FORMAS DE CORRUPCIÓN varían, pero las más comunes son el uso ilegítimo de INFORMACIÓN PRIVILEGIADA, EL SOBORNO, EL TRÁFICO DE INFLUENCIAS, LA EVASIÓN FISCAL, LAS EXTORSIONES, LOS FRAUDES, LA MALVERSACIÓN, EL NEPOTISMO, LA IMPUNIDAD, y otros males conexos como EL NARCOTRÁFICO, EL LAVADO DE ACTIVOS, LA TRATA DE PERSONAS, y lamentablemente la lista continúa.
¿PERO POR QUÉ SOMOS TOLERANTES CON LA CORRUPCIÓN?
Buena pregunta sin ninguna duda, solo decirles que la diferencia existente entre una DEMOCRACIA EXITOSA, es que los hechos de corrupción son señalados, son rechazados, son investigados y por consiguiente sancionados, mientras que en la nuestra casi siempre NO PASA NADA Y LA IMPUNIDAD SE CONVIERTE EN REGLA GENERAL, pareciera que es parte de nuestra cultura el tolerar y vivir con la corrupción como un paso seguro a la impunidad.
Los espacios se acortaron si de conocer algún hecho de corrupción se trata los cuales podemos leer en cualquier portal virtual de noticias, con el agregado de “POLÍTICO RENUNCIA POR ACUSACIONES DE CORRUPCIÓN” o “GOBERNADOR ES SEPARADO DEL CARGO POR CONFLICTO DE INTERESES”, por mencionar un par de situaciones.
Mientras en nuestro país, nuestro maltratado Perú, con gobiernos regionales y municipalidades provinciales y distritales incluidas (pero no se vayan a sentir aludidos por que la corrupción campea en todos los niveles incluido gobierno central) ya es muy común leer en las noticias “TAL O CUAL AUTORIDAD NIEGA LAS ACUSACIONES EN SU CONTRA, ASEGURA QUE SE TRATA DE UNA GUERRA SUCIA Y QUE NO RENUNCIARÁ”. Eso nos da una idea de la enorme diferencia que existe entre una democracia exitosa reiteramos y la nuestra cuando hablamos o nos referimos al nivel de tolerancia a la corrupción, ya convivimos con ella y simplemente no pasa nada.
En una DEMOCRACIA EXITOSA, aquel que incurre en actos de corrupción es ASEDIADO, PERSEGUIDO Y ACOSADO POR LAS AUTORIDADES, LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA SOCIEDAD, y queda a la espera dos cosas claramente definidas: que pruebe tras un proceso de investigación que no es responsable, o de lo contrario se pruebe su culpabilidad.
Cuando se denuncia un hecho de corrupción consideramos que la RENUNCIA debe ser el primer paso del investigado, pues sólo así puede existir una investigación seria y no podrá manipular las pruebas y el prestigio de la institución pública a la que pertenece, tenemos que rechazar de plano de la CORRUPCIÓN desde el lugar que nos encontremos de lo contrario seguiremos agonizando como sociedad sin valores.
GLOSARIO FINAL:
Cuando escuche a alguien decir: “COMO ES”, “CUÁL ES LA MÍA”, “DEJA LA PROPINA PARA LA GASEOSA”, “UNA LUQUITA OE”, “MI DIEZMO”, “LA CUTRA”, “MIS HONORARIOS DE ÉXITO”, “MI BIGOTE”, “LA RASPADITA”, “PEINA LA MÍA”, “NO TE LA LLEVES SOLO COMPARTE”, “PARA EL NÚMERO UNO”, “PARA EL JEFE”, “ÉL YA SABE CÓMO ES LA COSA”, “NO PASA NADA COMPARITO”, “TÚ MISMO ERES”, “PÓRTATE PE COMPARE”, y la lista no termina por el ingenio nuestro… ya sabe de qué estamos hablando. (dr/Puma)
Dejar una contestacion